"Soy puto y qué"

Hace un par de años me invitaron a la final del campeonato paranaense de futsal, la cual se llevó a cabo entre los equipos del legendario Paranaense y Caaguazú. Dentro de lo que fue esa fiesta incomparable del fútbol del interior, lo que más me llamó la atención fue la líder de hinchada, creo que de Paranaense. Frente a la bandeja del estadio donde estaba su hinchada, vestido con los colores de su equipo y con una peluca brillante, corría de una punta a otra a 100 km/h, para saltar tipo gimnasta olímpico una de esas volteretas en tirabuzón ¾ y caer con las piernas abiertas; se levantaba tipo Van-Damme y hacía un helicóptero y gritaba “fuerza Paranaense!!!!” Cada vez que entraba un gol, el tipo le metía un salto mortal.
Ahí mismo le dije a mi primo – che, “esa” es hombre…! Efectivamente. A medida que la gente se daba cuenta empezaban a gritarle. De repente ya era todo el estadio.
“Puuuto! Animaaal! Maricóóón! Tragasaaable! Engendrooo! Anormaaaal! Gay de mieeerda! Asquerooso de mierda! No tenés vergüenza de tu mamá! Te vamos a matar!” etcétera, etcétera. El estadio es chico y se escucha bastante bien, y había como 3000 personas. – Soy puto con orgullo – respondía él. Primero me reía, después ya me daba vergüenza ajena, después ya me daba pena; pero el tipo seguía saltando, bailando, gritando, hinchando, cada vez más fuerte en vez de aflojar, durante todo el partido. “La gran puta, a este no le entra bala” dije yo. Lo que sí, sin darnos cuenta, la gente empezó a cantar y a bailar con él. Cuando terminó el partido, el tipo ya armaba olas no sólo en su bandeja sino en todo el estadio!
Una palabra me queda en la cabeza hasta hoy: impresionante.
Desde chico me enseñaron que los homosexuales son enfermos, aberraciones de la naturaleza y los demás adjetivos que están más arriba. Como buen alumno crecí “despreciándoles” – porque en el fondo en realidad no me importaba – hasta que un día vi un concierto llamado Freddie Mercury Tribute Concert for AIDS Awareness, Wembley 1992. A mis 12 años nunca había visto cosa parecida. Estaban todos los grandes rockeros del momento pero cuando más la gente vibraba era cuando lo mostraban a Mercury en las pantallas gigantes. Era impresionante la voz de este señor. Era impresionante como hacía cantar y llorar al estadio – a través del video en las pantallas. Era impresionante su magnetismo y carisma, su talento, su pasión, pero era puto…
A esta altura de mi vida ya conocí varios homosexuales colegas, amigos de amigos, varones y mujeres y hasta donde llega mi percepción, si pudiera animarme a generalizar, los homosexuales son la gente más valiente, segura de sí misma, dedicada y responsable que conozco. No conozco un solo gay “loser”. Todos tienen alguna posición elevada en su campo laboral, son muy inteligentes, de mentalidad abierta y flexible, y si viene al caso, diría que todos tienen plata. Si puedo afirmar algo con seguridad es que el que dice odiar a los homosexuales es porque nunca ha tratado con uno. El supuesto odio a los gays aquí es tan efímero como el odio entre cerristas y olimpistas – bien que actuamos de lo más normal en su presencia y cuando se dan vuelta empezamos a disparar.
Una amiga lesbiana que tenía me dijo en la pista de una discoteca “todas las mujeres tienen algo de lesbianas” y para demostrármelo fue a bailar con un grupo de chicas que estaba al lado. Le aplicó un baile erótico de aquellos y en un segundo ya se estaban toqueteando – menos mal que no se conocían – y puedo decir que me quedé bieeeeen convencido.
Si bien Bohemian Rhapsody, Kurt Cobain (y mi amiga) personalmente cambiaron mi concepto de los homosexuales, el mundo no puede ser tan imbécil y negar la influencia que Alejandro Magno, Aquiles – Matador de Hombres o Leonardo Da Vinci tuvieron en el curso de la humanidad ¿Vamos a decir que estos tipos nos “enseñaron a ser putos”? Busqué una lista en Wikipedia para poner acá pero tiene 122 páginas.
Lo que más me da por las bolas, aparte del hecho que la gente se refugia en el anonimato para atacar, es que recurren a la Biblia y particularmente al Antiguo Testamento. Ensamblada a gusto de un puñado de eruditos medievales, la Biblia parte de sueños y rumores, y los que la armaron omitieron como 70% de los libros disponibles en la época, según su criterio. Jesucristo mismo bajó del cielo para “ajustar” el Antiguo Testamento, pero esta gente seguramente enseña y aplica la ley del talión con sus hijos, y hacen de sus mujeres un “objeto impuro e indigno” cuando está con su periodo; las golpean y someten a gusto “por ser derecho divino del hombre, pues suya fue la culpa de haber sido exiliados del paraíso”. También se refugian en que la homosexualidad es una enfermedad o “anormal”, no importa cuántas sean las fuentes disponibles en internet para que se informen que el ser humano no es la única especie homosexual.
A USTEDES lo q tiene q mandarle Dios un relámpago en el culo x ser tan agresivos y violentos con nada más que ignorancia.
Yo no estoy en contra de los gays, pero tampoco llevo su bandera. Muchos también se aprovechan de los que están a su favor y se tornan orgullosos y pedantes gracias a los argumentos contundentes de la ciencia. Deben recordar que la humildad no tiene sexo.
Veo difícil que el congreso apruebe lo que buscan, pues son minoría. Si quieren casarse que se casen pero con lo que no estoy de acuerdo es en la crianza de niños. La necesidad de tener una figura paternal y otra maternal para una persona que está creciendo es necesaria y contundente. Cualquiera que conoce niños que crecen sólo con su mamá/papá puede notar que existe un desbalance. Por citar un ejemplo, la mayoría de las “bandidas” que conocemos resultan de núcleos familiares donde el padre estuvo directa/indirectamente ausente. Estas chicas en el fondo sufren tremendamente y constantemente buscan la figura paternal en cualquier hombre.
Yo soy papá, y jamás voy a abandonar a mis hijos. Les mostraré los caminos disponibles, pero no voy a elegir por ellos cual transitar. Es nuestro deber cultivar el espíritu crítico, no solo en nuestros hijos, sino muchas veces en nuestros padres.